UN
LIBRO, UN SENTIMIENTO
Todo empezó el mismo día que decidí leer el libro escrito
por Elvira Lindo.
En un primer momento pensé que sería absurdo leerlo (el libro). No obstante, Se lo
pregunte a mi mejor amiga, resulta que ella ya lo había leído y le gustó. Decidí
leerlo, total tenía dos meses de garantía (no, no es mentira); podría leerlo y luego cambiarlo por
algo que me gustara mas. Cuando lo acabeé pensé en devolverlo pero me
gusto más la idea de quedármelo para poder leerlo más veces. Todos los días
parecían iguales hasta el mismo momento
en que me enteré de que el jefe de la biblioteca donde había ojeado el
libro por primera vez, había conseguido
que la mismísima Elvira fuera allí! Por primera vez, me alegré de no haber
devuelto el libro.
Mi madre me dijo que no podía ir (en ese momento se me hizo añicos el corazón) ya que ese
día venía el gran soberano.
De ninguna manera
iba a dejar pasar la oportunidad de conocer a mi escritora favorita. Se me
ocurrieron varias ideas como meter al tal soberano ese en un corral y que las gallinas lo torturaran a picotazos; aunque
mejor no, porque eso formaría una revolución de las gordas!
Me desperté. Ya sabía cómo iba a ir a ese evento. Los siguientes días estuve preparando la escapada, sin embargo aún había
algo que no me convencía del todo, había hecho un gran progreso sí, pero el plan me parecía una porquería, a ver que os lo
cuento:
Consistía en robar la agenda del brócoli (es como yo llamo al soberano) y
cambiar la fecha de su visita, así él no vendría y yo podría ir a la firma.
Observé
detenidamente el proceso que tendría que seguir y me pareció muy complicado.
Así que pensé en una alternativa: le pediría a mi abuelo (que me lo compra todo)
una máquina para hacer bruma,
la niebla se expandiría por todo el recinto y yo tendría tiempo para escapar;
al llegar me vestiría con un vestido de pana (aunque a menudo me da alergia), así nadie me reconocería.
¡Ni mi madre ni el brócoli podrían encontrarme!
FIN
Claudia 1ºD
LA DICTADURA
Todo
es un caos, nada tiene sentido y cada vez el Soberano se vuelve más poderoso.
Los hombres están esclavizados, las mujeres, torturadas y los niños están
atrapados en casa como gallinas en un corral. Todo el mundo tiene la garantía
de que este desastre es real, pero no, todo es un sueño, ni la más bonita luz
que cuelga en mi casa es de verdad. Aunque esto sea un sueño, de ninguna manera
pienso quedarme de brazos cruzados, me planteo una revolución, pero luego me
doy cuenta de que sería absurdo. También pienso en escaparme por la noche entre
la bruma; sin embargo, hoy no habrá ni un poco de niebla, así que mucho no voy
a progresar.
Esta vida es una porquería, por no decir palabras mayores. El Soberano, desde que llegó, no ha hecho nada más que robarnos la libertad y hacer añicos nuestros sueños. A menudo suelo observar la catástrofe que hay ahí fuera, lo hago junto con mi manta de pana y un chocolate caliente. En estos momentos, siempre tengo el mismo pensamiento y es que algún día esto acabará y podré despertar.
Esta vida es una porquería, por no decir palabras mayores. El Soberano, desde que llegó, no ha hecho nada más que robarnos la libertad y hacer añicos nuestros sueños. A menudo suelo observar la catástrofe que hay ahí fuera, lo hago junto con mi manta de pana y un chocolate caliente. En estos momentos, siempre tengo el mismo pensamiento y es que algún día esto acabará y podré despertar.
Sergio García, 1º D
MI TORTUGA Y YO
He
visto una tortuga en un corral. Me gustó, la compré y me dieron la garantía.
Soy de Francia y a la tortuga no le gustan las revoluciones que hay aquí, en
Francia; entonces aprovechó un despiste mío para escapar. Aunque me he dado de
cuenta de que esa tortuga era especial, y progresé y pensé... en el corral
estaba dentro de aquella jaula llena de porquería.
Sin pensarlo dos veces, fui detrás de ella, se
había metido en un callejón, donde se encontraba un soberano ladrón que se
había despertado con mis pasos. Me observó con su brazado de pana absurda. Sin
embargo me habló de esta manera: -Si te das a la fuga os hago añicos a ti y a
tu tortuga, y luego te robo-. Y yo le dije: -Hombre, hacernos añicos...podrás,
pero robarme no puedes porque me roban muy a menudo y no tengo nada.
Adrián Lamas
Enhorabuena chicos...muy bonitos los dos..Sergio cariño como tu madre que soy se que tu puedes mas...que las palabras de Maria,. la tutora,..os motive...valorar mucho todo lo que ella os diga..siempre sera por vuestro bien y que podais mejorar en cada momento..guiaros por sus palabras..Sergio cariño mucho animo que vales mucho..
ResponderEliminarDe nuevo Claudia y Sergio enhoranuena..
Un beso
PATRICIA
Hola Patricia. Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que los chicos son encantadores y trabajan mucho. Iremos poniendo más cuentos a medida que avanza el curso. Un saludo y gracias de nuevo.
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